jueves, 18 de junio de 2015

Caimito el árbol bruñido

El caimito es un árbol de fenomenal belleza, que ciertamente me a  traído momentos de mágicas visiones.  Lo primero que llama la atención en este arbol  son las hojas. Según Wikipedia: "Las hojas son perennifolias, de color de oro o bronce, alternantes, con forma oval, enteras y miden entre 5 a 15 centímetros. Por su color en la parte anterior, esta hoja se dice es de ORO, muy atractiva al mover con el viento." Y es ciertamente el contraste de luces lo que genera  el momento sublime de su descubrimiento. En esta entrada quiero contar dos experiencias que he tenido con el protagonista.

Hojas del caimito

En el centro del parterre de la biblioteca Efe Gomez de la Nacho hay un caimito. Aunque muchas veces me senté a escuchar música enfrente del árbol nunca recalque en su especial belleza y no es solo por descuido mio si no también por el tiempo ya que para descubrir la magia del árbol es menester que el sol se digne a acariciar las hojas de este en el angulo adecuado. A vista fugaz el caimito no levanta mayores sorpresa. Un árbol mas  diría uno (si es que se lo piensa) y es  muy  irónico que estando en todo el centro del laberinto de arbustos no se le da la suficiente importancia. Los transeúntes  pasan y no conozco de otra persona que lo vea desde la perspectiva que les relato. 


A la derecha el caimito
Me hizo pensar que solo un gran hombre como Efe Gomez tuviese la sensibilidad de ponerlo en el trono en el que esta y como nota curiosa, desde aquel edificio (que es patrimonio nacional) se podía caminar siguiendo la senda que comienza en el árbol hasta la Catedral metropolitana atravesando el rió Medellin y la zona que hoy es  la plaza minorista.



Edificio de Agronomía (Patrimonio de Colombia)
Un día con algún estado alterado en la cabeza iba caminado a eso de la tardecita desde central hacia la salida de la 65. Acontece que todo se dio para que el árbol se me presentara un poco a contraluz par que me percatase de sus peculiares colores. El juego de sombras y matices abarca desde el fuerte verde que sus hojas presentan en el frente (y e aquí la magia), los dorados y cafés del revés.  Esto cambiando con los hermosos reflejos de todo árbol y los matices de nuestro maravilloso cielo paisa dieron el punta pie para lo que seria un explayante epifanía.  Como si no fuera suficiente una sublime imagen impresionista. Dios agrega a la obra la belleza del movimiento, apenas una caricia del viento que musicaliza su danza. Luego de varios minutos de apreciación que parecieron eternos, empecé a caminar al redor para dar con angulo en el que los finos polvos que el árbol desprende se pudieran ver bailar en los ratacionales de la trasparente corriente. 
El árbol todo bruñido me llevo a través de su meneo a un estado de hipnosis (cosa que me pasa muy a menudo con los arboles) entablando una espacie de charla. Pero mas aya de un concepto concreto (habitual en nuestro lenguaje), su enseñanza fue un influjo que no preciso enmarcar. Suficiente con saber de la belleza que se presenta en ese maravilloso campus, invito al lector a darse una tardesilla por esos lares, Quien quita que resulte uno conversando en otras lenguas que desconoce.



La segunda historia  acontece en una acampada. pero creo que la dejara para otra entrada por ahora dejo por aqui una lira que resulto de ella.

Ancestral contraste de musical colorido
la luz que refleja el caimito bruñido
todo reluciente en el amanecer tardío
en la chimba del riachuelo con el fluir bravío.

Dorado su aliento, infinita su esencia
eternamente efímero el universo en su latencia.
Y depronto, desde la copa
Un barranquero  advierte sobre el azar en la trocha
cuatro descuidados  y dos humildes, un perro embravecido y los siete bien idos.

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